LA LLEGADA DE UN BEBÉ A CASA

Mientras no existe un bebé en la familia, la pareja suele pasar mucho tiempo con sus animales de compañía. Pero la llegada de los niños es un gran acontecimiento para los padres y también para los animales, que pueden tener conductas problemáticas si los padres no saben cómo introducir al bebé en el mundo familiar sin excluir a sus animales de compañía.
Los animales de compañía pueden mostrarse ansiosos, rechazados o celosos con la llegada de un nuevo miembro a la familia. Si los padres saben llevar a cabo algunos trucos, pueden conseguir una relación rica y beneficiosa entre la mascota y el bebé.

Antes de la llegada del bebé:

• Comenzar con los preparativos unos meses antes del parto para que el animal no asocie los cambios con la llegada del bebé.
• Acostumbrar al perro/gato a pasar menos tiempo con la futura madre, pasando a estar al cuidado de otra persona de la familia para que siga sintiéndose querido y no excluido.
• Invitar a casa amistades o familiares con niños pequeños o bebés, para que los animalitos se vayan acostumbrando a su trato y presencia.
• Permitir que el perro/gato entre en contacto con los muebles y objetos del bebé, para que se familiarice con ellos. Si han decidido restringir la habitación del bebé, sería conveniente colocar (semanas antes del parto) barreras y protecciones que no permitan al animal entrar en la habitación pero sí ver y escuchar lo que sucede dentro. De esta manera, el animal reconoce un límite sin sentirse aislado de la familia.
• Acostumbrar al animal a los ruidos propios de los bebés (grabaciones de llantos de bebé, música de sus juguetes, etc.), a la vez que se premia al animalito con golosinas o jugando con él para que asocie estos ruidos con experiencias buenas.
• De la misma manera, acostumbrar al animal con los olores nuevos del bebé (colonias, talco, etc.) usándolos nosotros mismos.

Con la llegada del bebé:

• Lo más importante al llegar a casa con el bebé es dejar que el animalito se acerque a conocerlo el tiempo que quiera, sin forzar nosotros la presentación. También podemos premiarlo con golosinas para que asocie al bebé con cosas buenas.
• Una vez dormido el bebé, siempre es bueno pasar un tiempo con nuestro perro/gato, para que no se sienta desplazado ni celoso.
• En los momentos de llanto infantil, es bueno tranquilizar al animal acariciándolo.
• Se deben seguir las rutinas de siempre con nuestra mascota: pasearlo, jugar con él, etc.

Cuando el bebé comience a gatear, es muy importante enseñarle a comportarse debidamente con nuestra mascota, imponiendo algunos límites: no hacerle daño, dejarlo comer tranquilo sin interrumpirlo, no tirarle de la cola o las orejas, y no dejarlos solo sin supervisión de un adulto.