Otra vez el "Gran Circo Mundial" TF
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Otra vez el "Gran Circo Mundial" TF
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La imagen de fantasía, magia y diversión que ofrecen los circos, nada tienen que ver con la realidad que hay tras los números con animales. Los circos son cárceles ambulantes en que los animales son obligados a trabajar por miedo a recibir una paliza.
Animales fumando cigarrillos, yendo en bicicleta y dando volteretas en unas condiciones de música a todo volumen, focos y multitudes gritando....son sometidos a un ridículo y humillación inaceptables. La frustración, el estrés y el aburrimiento que imponen las condiciones de vida y entrenamiento en los circos, pueden llevar a los animales a la neurosis exhibiendo comportamientos estereotipados, repetitivos e incluso automutilación.
Los circos ofrecen un mensaje educativo negativo. El público, mayoritariamente infantil, retiene las imágenes de los animales realizando acrobacias que deforman su imagen de la realidad y no contribuyen en absoluto a la educación sobre el respeto que merecen todas las especies animales. Observar animales llevando a cabo trucos antinaturales que nada tienen que ver con sus comportamientos en su estado salvaje, como osos montando en bicicleta o elefantes sobre taburetes, presenta a los animales como seres que se pueden utilizar para distraernos en vez de seres con un valor intrínseco y sus propias naturalezas y comportamientos.
Afortunadamente, algunos circos están evolucionando hacia los circos sin animales, aunque, lamentablemente, muchos siguen exhibiendo trucos con ellos y pretenden buscar los números más inverosímiles con los animales más exóticos, el "más difícil todavía". El circo tendrá más magia si utiliza payasos, acrobacias y malabarismos y no la tortura hacia unos animales inocentes tal y como demuestra el creciente número de espectadores de circos sin animales. Cada día más ciudades y países se prohíben la actuación de circos con animales en sus territorios en una muestra de sensibilidad y modernidad.
Se pueden encontrar variedad de animales formando parte de números circenses: leones, tigres, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, cebras, chimpancés, leones marinos, pingüinos, loros, cocodrilos, serpientes, caballos, bisontes, avestruces, dromedarios, cabras, perros gatos e incluso osos polares. Algunos circos pueden a llegar a tener a más de 10 elefantes. Aunque muchos de estos animales provienen de la cría en cautividad, otros muchos han sido arrancados de sus familias y habitats salvajes y metidos directamente en este mundillo artificial y cruel. Los circos incluso han llegado a crear unos híbridos de tigre y león, que llaman "ligres", especies totalmente artificiales que nunca se darían en la naturaleza.
Los animales son vendidos o regalados de zoológicos a circos, de circos a circos, de circos a zoológicos, e incluso a laboratorios de experimentación cuando son demasiado viejos o no obedientes o a particulares como "mascotas". En ocasiones, por las difíciles situaciones económicas que pasan los circos, son abandonados.
Los animales de circo viven encerrados en pequeñas jaulas dentro de tráilers de camiones, donde pueden pasar hasta 23 horas al día, permanentemente excepto en el momento de la actuación. A menudo, dentro de las mismas jaulas, se mantienen también encadenados, limitados para hacer ejercicio o expresar sus comportamientos naturales.
La alimentación es demasiado a menudo inapropiada tanto en cantidad como en calidad y consiste en sobras de los supermercados locales de las localidades en que actúan, alimentos no acordes con las necesidades de estos delicados animales y a menudo en malas condiciones, verduras pasadas, etc...
A causa de la frustración, el estrés y el aburrimiento que imponen las condiciones de vida en que viven los animales en los circos, éstos sufren trastornos psicológicos y presentar comportamientos anormales y estereotipados, repetidos obsesivamente y sin ningún fin aparente. Es frecuente observar a los elefantes balanceándose o los grandes felinos andando de un lado a otro de su jaula obsesivamente.
Oso montando en bicicleta, un comportamiento más antinatural imposible.
Las condiciones higiénicas suelen dejar mucho que desear. Muchos circos no se molestan en ofrecer a los animales los cuidados veterinarios necesarios a causa de la falta de interés o de recursos para poder pagar estos servicios, por lo que muchos animales pueden sufrir además físicamente de enfermedades que pasan sin tratarse. Son frecuentes las úlceras gástricas en los animales provocados por el estrés y su estado de angustia permanente.
Durante las temporadas en que no actúan los circos, los animales suelen ser alojados en las llamadas instalaciones de invierno, a menudo naves industriales cerradas y a oscuras esperando a que llegue el verano o la época de entrenamiento, cuando vuelven a sacarse para ensayar viejos y nuevos trucos a través de métodos brutales y violentos. Algunos zoos acogen a los animales para exhibirlos durante este periodo. Aunque los animales puedan sentirse aliviados por no tener que actuar, su existencia sigue siendo miserable, sin oportunidades de hacer ejercicio, socializar o incluso ver la luz natural. Pasan los días, semanas e incluso meses encadenados o enjaulados sin apenas poder moverse.
La naturaleza nomádica e itinerante de los circos implica que sus animales están constantemente siendo transportados a muy largas distancias en camiones-jaula. Simples trailers con barrotes de reducidas dimensiones e incapaces de ofrecer a los animales un mínimo confort u oportunidades para desarrollar sus comportamientos naturales y satisfacer sus necesidades mínimas. Demasiado a menudo las especies se sitúan sin ninguna consideración a su naturaleza, se pueden alojar especies depredadoras junto a especies presa implicando un factor más de estrés a los animales.
Es por todos conocido el pánico que sienten los animales al fuego, ¿cómo conseguir entonces que tigres y leones salten por aros en llamas? ¿Cuánta violencia es necesaria para hacer pasar al rey de la selva por el aro?
Mientras que la gente del circo argumenta que utilizan métodos de refuerzo positivo a través de recompensas para entrenar a sus animales, numerosas investigaciones demuestran una imagen muy distinta. Los métodos de entrenamiento utilizados implican someter al animal a un estado de miedo y sumisión a través de la privación de alimento y el castigo físico. Estos métodos incluyen golpear y fustigar a los animales y mantenerlos en estado de hambre permanente. Los elefantes son golpeados con ganchos metálicos, que pueden resultar en graves heridas. Los entrenadores utilizan métodos brutales para mantener una posición de dominio sobre los animales, llegando en ocasiones a provocar heridas y pérdida de conciencia a los animales.
Aparte de gritos o gestos amenazadores, se utilizan barras de hierro, látigos, pinchos metálicos e incluso descargas eléctricas para hacer obedecer a los animales. Durante el espectáculo, la simple visión de un látigo durante el espectáculo recuerda al animal las dolorosas palizas que ha recibido durante los entrenamientos en las patas, traseros y en la cabeza.
Se utilizan a menudo tablas electrificadas para entrenar a los animales, especialmente cuando deben levantarse. Cada vez que el domador da una orden, envía una descarga y el animal acabará actuando por miedo al dolor. Durante el espectáculo sin embargo no habrán tablas, pero los animales relacionaran un cierto gesto o palabra con la descarga y tendrá la misma reacción.
Es común castigarlos sin comida ni bebida si no se han comportado como deseara el entrenador. A menudo la privación de alimentos es constante, manteniendo a los animales hambrientos para que lleven a cabo los números circenses a cambio de comida asociando así la comida con el número que se espera de él.
El entrenamiento consiste no tan sólo en una agresión física sino también psicológica hacia el animal. El objetivo es conseguir un estado de miedo y sumisión constante en el animal para que obedezca. Los violentos y constantes ensayos destruyen al animal, se les asusta y angustia procurando romper su alma para conseguir el total dominio sobre él.
Investigaciones con empleados infiltrados y cámaras ocultas han logrado exponer y denunciar estos brutales métodos, llegando en el Reino Unido a conseguir penas de prisión y multas por maltrato hacia los animales.
Caballo herido durante un entrenamiento por los golpes en la cabeza.
Algunos circos ahora ofrecen la posibilidad de asistir a una sesión de entrenamiento como intento de limpiar su imagen de maltratadores. En realidad, estas ficticias "sesiones de entrenamiento" se tratan de un espectáculo más. Las sesiones reales se llevan a cabo secretamente tras el telón.
Los animales salvajes mantienen siempre su instinto y pueden resultar impredecibles, por lo que también existe un peligro para la seguridad del público y los entrenadores. En ocasiones se han dado accidentes en que los animales han sacado fuerzas de su desesperación y han atacado a sus entrenadores recibiendo la consecuente y posterior paliza o incluso el sacrificio.
ACCESO A VIDEOS:
http://www.ad-international.org/media_centre/videos.php?g=1&page=1
SANTA CRUZ DE TENERIFE COLABORA CON EL HORROR DEL "GRAN CIRCO MUNDIAL"
La imagen de fantasía, magia y diversión que ofrecen los circos, nada tienen que ver con la realidad que hay tras los números con animales. Los circos son cárceles ambulantes en que los animales son obligados a trabajar por miedo a recibir una paliza.
Animales fumando cigarrillos, yendo en bicicleta y dando volteretas en unas condiciones de música a todo volumen, focos y multitudes gritando....son sometidos a un ridículo y humillación inaceptables. La frustración, el estrés y el aburrimiento que imponen las condiciones de vida y entrenamiento en los circos, pueden llevar a los animales a la neurosis exhibiendo comportamientos estereotipados, repetitivos e incluso automutilación.
Los circos ofrecen un mensaje educativo negativo. El público, mayoritariamente infantil, retiene las imágenes de los animales realizando acrobacias que deforman su imagen de la realidad y no contribuyen en absoluto a la educación sobre el respeto que merecen todas las especies animales. Observar animales llevando a cabo trucos antinaturales que nada tienen que ver con sus comportamientos en su estado salvaje, como osos montando en bicicleta o elefantes sobre taburetes, presenta a los animales como seres que se pueden utilizar para distraernos en vez de seres con un valor intrínseco y sus propias naturalezas y comportamientos.
Afortunadamente, algunos circos están evolucionando hacia los circos sin animales, aunque, lamentablemente, muchos siguen exhibiendo trucos con ellos y pretenden buscar los números más inverosímiles con los animales más exóticos, el "más difícil todavía". El circo tendrá más magia si utiliza payasos, acrobacias y malabarismos y no la tortura hacia unos animales inocentes tal y como demuestra el creciente número de espectadores de circos sin animales. Cada día más ciudades y países se prohíben la actuación de circos con animales en sus territorios en una muestra de sensibilidad y modernidad.
Se pueden encontrar variedad de animales formando parte de números circenses: leones, tigres, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, cebras, chimpancés, leones marinos, pingüinos, loros, cocodrilos, serpientes, caballos, bisontes, avestruces, dromedarios, cabras, perros gatos e incluso osos polares. Algunos circos pueden a llegar a tener a más de 10 elefantes. Aunque muchos de estos animales provienen de la cría en cautividad, otros muchos han sido arrancados de sus familias y habitats salvajes y metidos directamente en este mundillo artificial y cruel. Los circos incluso han llegado a crear unos híbridos de tigre y león, que llaman "ligres", especies totalmente artificiales que nunca se darían en la naturaleza.
Los animales son vendidos o regalados de zoológicos a circos, de circos a circos, de circos a zoológicos, e incluso a laboratorios de experimentación cuando son demasiado viejos o no obedientes o a particulares como "mascotas". En ocasiones, por las difíciles situaciones económicas que pasan los circos, son abandonados.
Los animales de circo viven encerrados en pequeñas jaulas dentro de tráilers de camiones, donde pueden pasar hasta 23 horas al día, permanentemente excepto en el momento de la actuación. A menudo, dentro de las mismas jaulas, se mantienen también encadenados, limitados para hacer ejercicio o expresar sus comportamientos naturales.
La alimentación es demasiado a menudo inapropiada tanto en cantidad como en calidad y consiste en sobras de los supermercados locales de las localidades en que actúan, alimentos no acordes con las necesidades de estos delicados animales y a menudo en malas condiciones, verduras pasadas, etc...
A causa de la frustración, el estrés y el aburrimiento que imponen las condiciones de vida en que viven los animales en los circos, éstos sufren trastornos psicológicos y presentar comportamientos anormales y estereotipados, repetidos obsesivamente y sin ningún fin aparente. Es frecuente observar a los elefantes balanceándose o los grandes felinos andando de un lado a otro de su jaula obsesivamente.
Oso montando en bicicleta, un comportamiento más antinatural imposible.
Las condiciones higiénicas suelen dejar mucho que desear. Muchos circos no se molestan en ofrecer a los animales los cuidados veterinarios necesarios a causa de la falta de interés o de recursos para poder pagar estos servicios, por lo que muchos animales pueden sufrir además físicamente de enfermedades que pasan sin tratarse. Son frecuentes las úlceras gástricas en los animales provocados por el estrés y su estado de angustia permanente.
Durante las temporadas en que no actúan los circos, los animales suelen ser alojados en las llamadas instalaciones de invierno, a menudo naves industriales cerradas y a oscuras esperando a que llegue el verano o la época de entrenamiento, cuando vuelven a sacarse para ensayar viejos y nuevos trucos a través de métodos brutales y violentos. Algunos zoos acogen a los animales para exhibirlos durante este periodo. Aunque los animales puedan sentirse aliviados por no tener que actuar, su existencia sigue siendo miserable, sin oportunidades de hacer ejercicio, socializar o incluso ver la luz natural. Pasan los días, semanas e incluso meses encadenados o enjaulados sin apenas poder moverse.
La naturaleza nomádica e itinerante de los circos implica que sus animales están constantemente siendo transportados a muy largas distancias en camiones-jaula. Simples trailers con barrotes de reducidas dimensiones e incapaces de ofrecer a los animales un mínimo confort u oportunidades para desarrollar sus comportamientos naturales y satisfacer sus necesidades mínimas. Demasiado a menudo las especies se sitúan sin ninguna consideración a su naturaleza, se pueden alojar especies depredadoras junto a especies presa implicando un factor más de estrés a los animales.
Es por todos conocido el pánico que sienten los animales al fuego, ¿cómo conseguir entonces que tigres y leones salten por aros en llamas? ¿Cuánta violencia es necesaria para hacer pasar al rey de la selva por el aro?
Mientras que la gente del circo argumenta que utilizan métodos de refuerzo positivo a través de recompensas para entrenar a sus animales, numerosas investigaciones demuestran una imagen muy distinta. Los métodos de entrenamiento utilizados implican someter al animal a un estado de miedo y sumisión a través de la privación de alimento y el castigo físico. Estos métodos incluyen golpear y fustigar a los animales y mantenerlos en estado de hambre permanente. Los elefantes son golpeados con ganchos metálicos, que pueden resultar en graves heridas. Los entrenadores utilizan métodos brutales para mantener una posición de dominio sobre los animales, llegando en ocasiones a provocar heridas y pérdida de conciencia a los animales.
Aparte de gritos o gestos amenazadores, se utilizan barras de hierro, látigos, pinchos metálicos e incluso descargas eléctricas para hacer obedecer a los animales. Durante el espectáculo, la simple visión de un látigo durante el espectáculo recuerda al animal las dolorosas palizas que ha recibido durante los entrenamientos en las patas, traseros y en la cabeza.
Se utilizan a menudo tablas electrificadas para entrenar a los animales, especialmente cuando deben levantarse. Cada vez que el domador da una orden, envía una descarga y el animal acabará actuando por miedo al dolor. Durante el espectáculo sin embargo no habrán tablas, pero los animales relacionaran un cierto gesto o palabra con la descarga y tendrá la misma reacción.
Es común castigarlos sin comida ni bebida si no se han comportado como deseara el entrenador. A menudo la privación de alimentos es constante, manteniendo a los animales hambrientos para que lleven a cabo los números circenses a cambio de comida asociando así la comida con el número que se espera de él.
El entrenamiento consiste no tan sólo en una agresión física sino también psicológica hacia el animal. El objetivo es conseguir un estado de miedo y sumisión constante en el animal para que obedezca. Los violentos y constantes ensayos destruyen al animal, se les asusta y angustia procurando romper su alma para conseguir el total dominio sobre él.
Investigaciones con empleados infiltrados y cámaras ocultas han logrado exponer y denunciar estos brutales métodos, llegando en el Reino Unido a conseguir penas de prisión y multas por maltrato hacia los animales.
Caballo herido durante un entrenamiento por los golpes en la cabeza.
Algunos circos ahora ofrecen la posibilidad de asistir a una sesión de entrenamiento como intento de limpiar su imagen de maltratadores. En realidad, estas ficticias "sesiones de entrenamiento" se tratan de un espectáculo más. Las sesiones reales se llevan a cabo secretamente tras el telón.
Los animales salvajes mantienen siempre su instinto y pueden resultar impredecibles, por lo que también existe un peligro para la seguridad del público y los entrenadores. En ocasiones se han dado accidentes en que los animales han sacado fuerzas de su desesperación y han atacado a sus entrenadores recibiendo la consecuente y posterior paliza o incluso el sacrificio.
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Re: Otra vez el "Gran Circo Mundial" TF
No solo Tenerife, Gran Canaria también !!!!!!!!!!!
http://www.elcorteingles.es/entradas/programas/espectaculo.asp?numEspectaculo=200100397
Con la colaboración de El Corte Inglés y del Gobierno tienen buenos aliados. La mani del año pasado, creo que lo comunicó Ben Magec, contaba con poca asistencia y era muy mal organizado. A ver si este año se podría hacerlo con más eficaz.
En todo caso tambíen pienso dedicar un programa de RADIO ANIMAL al asunto, posiblemente el 30 de Mayo. Alguién que quiere participar?
http://www.elcorteingles.es/entradas/programas/espectaculo.asp?numEspectaculo=200100397
Con la colaboración de El Corte Inglés y del Gobierno tienen buenos aliados. La mani del año pasado, creo que lo comunicó Ben Magec, contaba con poca asistencia y era muy mal organizado. A ver si este año se podría hacerlo con más eficaz.
En todo caso tambíen pienso dedicar un programa de RADIO ANIMAL al asunto, posiblemente el 30 de Mayo. Alguién que quiere participar?
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